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Chile gana por segundo año la competencia internacional Innovation Camp Scotia


Estudiantes del Liceo Bicentenario Isidora Ramos de Gajardo, de la comuna de Lebu, región del Biobío, crearon un modelo de negocio revolucionario que aborda los problemas de ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en la industria textil.


En un mundo donde los problemas (ESG) se han tomado la agenda, este grupo de estudiantes ha lanzado una iniciativa innovadora que aborda directamente el impacto negativo de la industria de la moda en estos aspectos. Los jóvenes ganadores, proponen revolucionar la manera en que la sociedad consume moda, al mismo tiempo que resuelve los problemas asociados con el desgaste medioambiental y la desigualdad.


El equipo compuesto por Lukas Aravena, Augustine Monsálvez, Daphne Ollier, Christopher Pine y Aura Kings, concibió un modelo empresarial que desafía el dominio del "Fast Fashion", la producción masiva de prendas a bajo costo, que contribuye a la sobreproducción, el desperdicio de recursos y las condiciones laborales precarias. La solución creada consiste en la instalación de puntos de acopio llamados "Revest". Estos puntos permiten a los usuarios depositar sus prendas en desuso de manera sencilla y rápida. Equipados con pantallas táctiles y un escáner infrarrojo, en Revest etiquetan las prendas para su posterior restauración o reciclaje. El escáner infrarrojo detecta la composición química de las fibras, lo que facilita el proceso de reciclaje y permite un manejo eficiente de los materiales.


Una vez recogidas las prendas, son llevadas a una central, donde son restauradas y digitalizadas mediante inteligencia artificial especializada en modelado 3D. Estas prendas restauradas vuelven al mercado, permitiendo a los consumidores adquirir moda sostenible y de calidad. Además, los probadores virtuales implementados en los Revest aseguran que las prendas se ajusten perfectamente a la contextura y preferencias de cada individuo.


Lukas Aravena dice que: “Aprendimos muchísimo, sobre todo a trabajar en equipo, creamos un horario de trabajo para autorregular nuestro compromiso, aprendimos a comunicarnos, algo muy importante para avanzar, aprendimos a ser autocríticos para decidir cuál de todas nuestras ideas era la mejor, a investigar y aprender cómo funcionan los modelos empresariales”.


Los jóvenes ganadores participaron del programa educativo Innovation Camp, desarrollado por Junior Achievement Chile en diferentes establecimientos del país, y al resultar ganadores obtuvieron un premio de cuatro mil dólares para ser usado en tecnología.


Junior Achievement Chile es una organización sin fines de lucro, cuya misión es inspirar y preparar a jóvenes con nuestros programas prácticos de innovación y emprendimiento, equipándolos para alcanzar sus metas y generar un impacto sostenible en nuestra sociedad.




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